Tupidamente
Tupidamente mojado el suelo
con esta lluvia desolada.
Tupidamente estilando mi corazón
con esta pena desconsolada.
Y el Cristo que es mi única esperanza
se pierde entre la nada.
Cuanto miro todo se esconde de mis pupilas,
yo buscando desesperadamente vida
mientras que la muerte la va escondiendo entre sus filas.
Tupidamente todo se me viene encima
y en un cielo sin fin que se aproxima
acomodo mi muerte en sus oficinas.
Tupidamente todo tiene su termino
y lo eterno tampoco escapa a esto,
yo buscando un Cristo que siempre fue mío
el manteniendo su silencio.
Y aquí va muriendo tupidamente este poema,
yo llorando la pena infinita
buscando entre la obscuridad alguna luz maldita
que me de la felicidad.